Actualmente el "Che" Guevara es conocido masivamente, pero no por lo que realmente fue. Del revolucionario argentino sólo se lo recuerda como un guerrillero con ideales de libertad, que fue clave en la Revolución Cubana y que murió en Bolivia. El detalle de su lucha contra el imperialismo y el modo de hacerlo no pertenecen al conocimiento colectivo del país que lo vio nacer. Y la verdad es muy triste esto, deja como conclusión la poca importancia que se le da a la muerte de un hombre que intentó dar más allá de sí mismo por un futuro mejor. O peor, utilizar su rostro como símbolo de la rebeldía, para que cualquier "joven" sin personalidad demuestre a la sociedad lo socialmente consiente que es. Y como el dijo el mismo "Che": "La revolucion se lleva en el corazon no en la boca para vivir de ella", pero yo cambiaría "en la boca para vivir de ella" por "en una remera para demostrar que pienso".
Pero esto también trae a memoria la cantidad de mártires que la humanidad ha visto y hoy por hoy ignora o trasversa el significado de su sacrificio y su causa. Perfectos ejemplos son Mahatma Gandhi y Martin Luther King, que también se los recuerda como personas que pedían cosas justas, pero que no llegaron a hacer nada; siendo que proyectaron y practicamente cumplieron una causa por la paz y la igualdad.
Pero hay otro al que le cambiaron sus ideales y lo comercializaron al igual que Ernesto Guevara, no es nada más que Jesucristo. Sí Jesús tuviera tumba se estaría revolcando en ella al ver como oportunistas hacen negocio de la desgracia ajena en nombre suyo, de ver como semejante sacrificio fue casi en vano, a nuestros ojos, por personas que hoy lo ridicualizan y utilizan.
Sin lugar a dudas algo no está funcionando bien en esta sociedad desde este punto de vista, porque, en resumen, sí no sabes quien fue: aprendeteló, no uses cosas con su cara y sí no sabes que hizó y porque: no hables en su nombre. Porque así esos tremendos sacrificios por una causa noble a favor de otros termina no siendo más que una remera o un negocio.
Muchos son los lemas utópicos que aparecen para persuadir a los jóvenes a "hacer lo correcto", pero pocos son los que lo pueden lograrlo, por no decir nulos. Pero esta Primavera en Los Bosques de Palermo se vio algo diferente.
